En una ceremonia oficial en el Congreso de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina recibió el bastón de mando y presentó su Primer Informe de Gobierno, en un acto simbólico que marca el inicio de su segundo año al frente de la capital. Acompañada por legisladores, funcionarios y simpatizantes, la mandataria subrayó los avances en justicia social, igualdad y bienestar, ejes que definen su administración.
El evento, realizado en el Palacio Legislativo de Donceles, reunió a cientos de asistentes, entre ellos habitantes de alcaldías como Iztapalapa y Gustavo A. Madero, quienes acompañaron a la jefa de Gobierno en su recorrido desde el Zócalo hasta el recinto. Con pancartas alusivas a la Cuarta Transformación, los presentes expresaron respaldo a la gestión de Brugada, mientras en redes sociales el hashtag #1erInformeBrugada se posicionó entre las principales tendencias nacionales.
Durante su intervención, Brugada destacó que la Ciudad de México “vive una etapa de estabilidad y justicia social”, asegurando que su gobierno mantiene finanzas sanas, cero nepotismo y una política de proximidad con la ciudadanía. Entre los logros mencionados, resaltó la creación de empleos verdes, la ampliación de programas de becas y la continuidad de proyectos de movilidad como el Cablebús.
La presidenta del Congreso capitalino, Beatriz Adriana Olivares Pinal, fue la encargada de entregar el bastón de mando, un símbolo prehispánico de autoridad que representa la conducción política del pueblo. Este gesto, instaurado desde el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas en 1997, fue interpretado como reafirmación del liderazgo de Morena en la capital y de la continuidad del proyecto político impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
El acto, transmitido en vivo por Capital 21 y Reporte Índigo, incluyó un recorrido por el recinto legislativo y el saludo institucional de Brugada a diputados de todas las fracciones parlamentarias. “Vengo con honor a rendir cuentas al pueblo de la Ciudad de México”, expresó en su mensaje inicial, frase que fue ampliamente compartida en redes sociales y replicada en videos virales.
De acuerdo con una encuesta de El Financiero, la jefa de Gobierno mantiene una aprobación del 55%, consolidando su liderazgo entre los gobiernos locales más respaldados del país. Sin embargo, la oposición —integrada por el PAN, PRI y PRD— criticó el acto por considerarlo una “puesta en escena mediática”, señalando pendientes en materia de seguridad y movilidad.
El columnista Enrique Muñoz advirtió que el simbolismo no debe distraer de los desafíos cotidianos de la capital, mientras defensores de la mandataria, como El Soberano, destacaron que el evento “refleja un ejercicio de cercanía con la gente y una reafirmación del poder popular”.
Históricamente, el bastón de mando se asocia con la legitimidad que los pueblos originarios otorgaban a sus líderes. Su entrega a Brugada refuerza la narrativa de un gobierno que se define como popular, inclusivo y continuista del legado de la Cuarta Transformación.
La ceremonia concluyó con la firma del libro de actas y una sesión solemne del Congreso. Para los más de nueve millones de habitantes de la capital, el evento representó el cierre simbólico del primer año de gestión y el inicio de una nueva etapa de administración pública.
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