CDMX a 10 de octubre, 2025.- Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se la juega en grande. Con el Mundial 2026 a la vuelta de la esquina, la administración capitalina busca fortalecer su músculo económico, atraer inversiones nacionales y extranjeras, generar empleo formal y mejorar su reputación internacional. Aunque existen retos —como la presión arancelaria entre México y Estados Unidos—, los números recientes muestran señales alentadoras que apuntalan esta estrategia.
En el primer semestre de 2025, la CDMX reportó finanzas más fuertes de lo esperado. Los ingresos totales crecieron alrededor de 8% en comparación con el mismo periodo del año anterior, alcanzando unos 181 mil 196 millones de pesos. Más impresionante aún, los ingresos locales crecieron 26.4%, gracias al aumento en impuestos como el predial (25.0%) y el impuesto sobre nóminas (31.7%). Este crecimiento en la recaudación permitió que más del 50% de los ingresos de la ciudad provengan de fuentes propias; no de transferencias federales.
Brugada no solo presume cifras fiscales: también ha impulsado la obra pública como motor de empleo y bienestar. En lo que va de su administración se han abierto más de 12,600 negocios, generando alrededor de 130,000 empleos. Se planea una inversión sin precedentes en infraestructura: nuevas líneas de Cablebús, mantenimiento al Metro, mejoras en movilidad, espacios verdes, vivienda social y recuperación de zonas lacustres. En vivienda, por ejemplo, se proyectan acciones para construir o rehabilitar unas 200,000 viviendas durante el sexenio, así como fortalecer programas de mejoramiento con inversión pública directa.
En cuanto a lo social, el discurso de Brugada subraya la importancia del empleo formal como base de cualquier política pública. “Ningún programa social sustituye un empleo”, ha dicho, dejando claro que para su gobierno lo esencial es que las inversiones lleguen a la gente con oportunidades reales de trabajo.
¿Qué riesgos enfrenta este plan? La disputa arancelaria con Estados Unidos podría complicarimportaciones, exportaciones o la cadena de suministro para empresas que operan en la CDMX. Brugada y su secretario de Economía han propuesto mirar más allá de los obstáculos: buscar inversiones tecnológicas, innovación, inteligencia artificial, negocios “libres de aranceles” y nuevas rutas de cooperación.
Además, la ciudad está trabajando en su imagen internacional: se prometen facilidades para la apertura de negocios, mayor seguridad, transparencia en licitaciones, compromiso con la sustentabilidad y responsabilidad financiera. Todos estos elementos buscan que la CDMX no solo sea un destino atractivo para los inversionistas, sino también un lugar donde la población perciba mejora en servicios, movilidad, vivienda, espacios públicos… y orgullo ciudadano.
Si las proyecciones se mantienen, lo que resta de 2025 será clave: se espera que más proyectos se concreten, que la inversión extranjera se incremente aún más, y que los empleos formales realmente lleguen a diversos sectores de la ciudad. Con el Mundial acercándose, el reloj corre para transformar promesas en resultados palpables.
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