Elección del nuevo Papa: reglas y cardenales mexicanos en carrera

Por Juan Pablo Ojeda

 

Con el fallecimiento del Papa Francisco este lunes 21 de abril a los 88 años, se activa uno de los procesos más antiguos y solemnes de la Iglesia Católica: la elección del nuevo pontífice. El cónclave, cuya culminación es anunciada por el icónico humo blanco en la chimenea de la Capilla Sixtina, marca el inicio de una nueva era para más de mil millones de católicos en el mundo.

Una tradición con siglos de historia

El sistema de elección papal actual se remonta al siglo XI. En 1059, el papa Nicolás II estableció que los cardenales obispos fueran los únicos con derecho a votar por el nuevo Papa, desplazando así la influencia de la nobleza romana y del bajo clero. Posteriormente, en 1150, se formalizó la creación del Colegio Cardenalicio, el órgano que conserva hasta hoy esa responsabilidad.

Desde entonces, el proceso ha sido refinado pero mantiene su esencia espiritual y política. Según establece la normativa vigente, el cónclave debe comenzar entre 15 y 20 días después de quedar vacante el trono papal, permitiendo así que todos los cardenales electores puedan llegar al Vaticano desde distintos puntos del mundo.

¿Quiénes votan y cómo funciona el cónclave?

El Colegio Cardenalicio está compuesto actualmente por 252 miembros, pero solo 138 de ellos tienen derecho a voto, ya que deben ser menores de 80 años. Estos cardenales se reunirán en la Capilla Sixtina bajo estrictas condiciones de aislamiento, sin contacto con el mundo exterior y bajo juramento de confidencialidad absoluta.

El proceso se divide en tres fases: preescrutinio (preparación del voto), escrutinio (emisión del voto secreto) y postescrutinio (conteo y verificación). El resultado se comunica al mundo mediante humo: negro, si no hay consenso; blanco, si se ha elegido a un nuevo Papa.

Desde 2005, el Vaticano utiliza productos químicos especiales para asegurar que el color del humo sea perfectamente distinguible: una mezcla de clorato potásico, lactosa y resina para el blanco; y perclorato, antraceno y azufre para el negro.

Los cardenales mexicanos: ¿hay papables entre ellos?

México cuenta actualmente con seis cardenales, aunque solo dos tienen derecho a voto y podrían considerarse en la sucesión del pontificado.

  • Carlos Aguiar Retes: Arzobispo Primado de México, de 74 años, con una destacada trayectoria en instituciones teológicas tanto en México como en Estados Unidos. Fue nombrado cardenal por el Papa Francisco en 2016 y lidera una de las arquidiócesis más grandes del mundo.

  • Francisco Robles Ortega: Arzobispo de Guadalajara, nombrado cardenal en 2011 por Benedicto XVI. Es una figura conservadora con una fuerte base pastoral en el occidente del país.

Otros cuatro cardenales mexicanos están por encima del límite de edad para votar:

  • Alberto Suárez Inda (Morelia), Felipe Arizmendi Esquivel (San Cristóbal de las Casas), Juan Sandoval Íñiguez (Guadalajara) y Norberto Rivera Carrera (Ciudad de México), todos con trayectorias destacadas, pero actualmente sin derecho a participar en el cónclave por su edad.

Un momento crucial para la Iglesia

Con el trono de San Pedro nuevamente vacante, el mundo católico mira al Vaticano en espera de señales. El próximo cónclave no solo definirá quién será el nuevo Papa, sino también la dirección futura de la Iglesia: ¿una figura de continuidad con Francisco o un cambio hacia posturas más tradicionales?

Sea cual sea el resultado, el ritual centenario del cónclave vuelve a captar la atención global, recordando la profunda influencia espiritual, política y cultural que el liderazgo del Papa representa en el siglo XXI.