Mantener una sonrisa sana podría ser una de las formas más simples y efectivas de cuidar todo el cuerpo. Cada vez más estudios confirman que el uso diario del hilo dental no solo previene las caries y mantiene las encías en buen estado, sino que también puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como las cardíacas, la diabetes o el Alzheimer. Lo que alguna vez se consideró un hábito meramente estético, hoy se entiende como una práctica preventiva de gran alcance.
Especialistas consultados por Real Simple y EatingWell explican que una correcta higiene oral tiene un impacto directo en la salud general, al reducir la inflamación sistémica y prevenir que bacterias dañinas lleguen al torrente sanguíneo. La Dra. Jenna Chimon, reconocida consultora en salud oral y medicina dental preventiva, resume esta relación con claridad: “El estado de su salud bucal afecta en gran medida su salud general”.
La acumulación de restos de comida y bacterias entre los dientes, que muchas veces el cepillado no logra eliminar por completo, da origen a enfermedades periodontales. Estas patologías inflamatorias no solo afectan las encías, sino que pueden desencadenar reacciones en todo el organismo. La Asociación Dental Americana advierte que la inflamación crónica derivada de la enfermedad periodontal está relacionada con un mayor riesgo de padecer afecciones cardíacas, diabetes tipo 2, artritis reumatoide y deterioro cognitivo.
En el caso del corazón, la relación es especialmente estrecha. Las enfermedades de las encías facilitan el paso de bacterias hacia el sistema circulatorio, lo que puede favorecer la formación de placa arterial y elevar la inflamación general. Una revisión citada por EatingWell encontró que la pérdida de dientes por enfermedad periodontal se asocia con un mayor riesgo de mortalidad por causas cardíacas. Asimismo, la Cleveland Clinic señala que la inflamación constante que provoca la enfermedad periodontal puede aumentar las probabilidades de hipertensión y otros problemas cardiovasculares.
La evidencia es contundente: los hombres con enfermedad periodontal tienen un 22% más de riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, y las mujeres, un 11% más, en comparación con quienes mantienen encías sanas. Esta diferencia se explica por la respuesta inflamatoria sostenida que afecta tanto al sistema circulatorio como al metabólico.
La conexión entre la boca y la diabetes también es bidireccional. Una persona con diabetes tiene más probabilidades de desarrollar enfermedad periodontal, y a su vez, la inflamación crónica de las encías puede elevar los niveles de glucosa en sangre y empeorar la resistencia a la insulina. Investigaciones citadas por EatingWell muestran que el uso diario de hilo dental mejora el control glucémico y reduce hasta en un 39% el riesgo de enfermedad de las encías en personas con diabetes. La Cleveland Clinic respalda estos hallazgos y considera que la higiene oral es una herramienta complementaria clave para prevenir complicaciones metabólicas.
Además, una salud bucal deficiente puede alterar el equilibrio del microbioma intestinal. Las bacterias que se originan en la boca pueden llegar al aparato digestivo, modificando su flora y contribuyendo al desarrollo de trastornos como la enfermedad inflamatoria intestinal. En cambio, mantener la boca limpia y libre de patógenos favorece una digestión saludable y una respuesta inmunitaria equilibrada.
Los especialistas recomiendan usar hilo dental al menos una vez al día, preferiblemente antes de dormir. Lo ideal es rodear cada diente en forma de “C” y deslizar suavemente el hilo bajo la línea de la encía, sin lastimarla. Para quienes tienen dificultad con la técnica, los palillos con hilo o los irrigadores bucales son alternativas eficaces. Asimismo, se aconseja limpiar la lengua y mantener una hidratación constante, ya que la saliva es una defensa natural contra las bacterias.
En definitiva, el hilo dental no es un simple complemento del cepillado, sino una herramienta poderosa para cuidar la salud integral. Su uso constante no solo preserva las encías, sino que también ayuda a mantener bajo control la inflamación que se asocia con enfermedades crónicas. Adoptar este pequeño hábito cotidiano puede marcar una gran diferencia para el bienestar general del organismo.
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