La Copa Mundial de Fútbol de 2026, que será organizada por México, Estados Unidos y Canadá, representa una oportunidad histórica para proyectar una imagen positiva de México ante el mundo, afirmó el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
Durante la conferencia global de inversores del Milken Institute, celebrada en la Ciudad de México, Ebrard destacó que el torneo servirá como una “ventana al mundo” para mostrar los avances del país y dejar atrás los estereotipos impulsados por las series televisivas sobre el narcotráfico.
“Millones de personas pudieron ver lo que era México en el Mundial de 1986. Ahora tenemos la oportunidad de mostrar a una nueva generación qué tipo de país somos, de competir con las series de carteles del narco y su imagen negativa”, señaló el funcionario.
Ebrard subrayó que el impacto del Mundial no se limitará al ámbito económico, sino también a la proyección cultural y social de México. “Es una ventana para presentar lo que está ocurriendo en el país, en términos positivos, no negativos”, afirmó ante un auditorio conformado por inversionistas y líderes empresariales.
El secretario también destacó que el evento simboliza la cooperación entre los tres países de América del Norte, al organizar conjuntamente una de las justas deportivas más importantes del planeta.
Según estimaciones de la Federación Mexicana de Fútbol, el torneo dejará ingresos por más de 3,000 millones de dólares y atraerá a más de cinco millones de visitantes.
El partido inaugural de la Copa del Mundo se celebrará el 11 de junio de 2026 en el Estadio Azteca de la Ciudad de México, que junto con Guadalajara y Monterrey será una de las tres sedes mexicanas.
Con este evento, México no solo busca revivir la emoción del Mundial de 1986, sino también redefinir su narrativa ante el mundo, apostando por el deporte, la hospitalidad y la unidad como sus principales cartas de presentación.
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